---- Capítulo 4 El día de la ceremonia de mayoría de edad, Quinto se presentó ante mí con el rostro frío. Masón y Caínlo seguían de cerca, molestos y resignados. Fruncí el ceão y volví la cabeza hacia el mayordomo. Había dicho claramente que hoy no era necesario invitarlos. El mayordomo, sin embargo, sacudió la cabeza, alarmado, como si no tuviera ni idea de lo que estaba pasando. La ceremonia estaba a punto de empezar y me daba pereza molestarme con esos tres. Pero los invitados ya se agolparon alrededor de ellos, adulándolos: -iQuinto es increíble! El mes pasado sometió a una manada de hombres lobos errantes con sus guardalobos. iObvio la princesa va a elegirlo! -PCaín es un poco temperamental, pero de buen corazón. Con é|, la princesa tendrá una vida dichosa. - Masón es guapo y confiable. Si la princesa lo escoge, el Norte estará en buenas manos. ---- Los tres actuaron como si ya fueran los duefios del Norte, mientras los invitados ignoraban por completo nuestro conflicto. La ceremonia estaba a punto de comenzar, y realmente no quise ver la absurda escena frente a mí, por lo que, frunciendo el cefio, me preparé para echarlos. Pero, de pronto, los tres bajaron la vista hacia sus teléfonos, y sus expresiones cambiaron al instante. En ese momento, una premonición ominosa se levantó en mi corazón. Caín fue el primero en reaccionar y me empujó con tanta fuerza que choqué contra la torre de champán. Los cristales estallaron, el licor empapó mi vestido y el dolor en mi espalda me dejó mareada. Los invitados a mi alrededor se sorprendieron y retrocedieron uno tras otro. Quinto, pálido como la nieve, se interpuso, hablando en voz baja con rabia contenida: -Eres despreciable. Ya estamos aquí para ti. éy aún recurres a esta táctica? Me quedé atónita. No sabía lo que quería decir en absoluto. ---- Masón me clavó una mirada gélida, mientras, con un tono cargado de ironía y desprecio, soltaba: - Has orquestado el ataque a Silvia mientras estamos aquí para forzarnos a ceder. jQué jugada tan calculada! Sus palabras me atravesaron como una daga, y, al instante, comprendí: era otra trampa de Silvia. Casi todos los invitados a mi alrededor eran subordinados o amigos de mi padre, pero, a pesar de ver cómo me humillaban, nadie salió a hablar por mí. De pronto, un escalofrio helado me recorrió. En serio creían que no estaba a la altura de heredar el Norte. Por eso se atrevían a ponerse abiertamente del lado de esos tres. Aguantando el dolor en mi hombro, miré fijamente a Caíny dije: -iDiscúlpate! Caín echó un vistazo a las copas rotas en el suelo y soltó unarisa fria. -Silvia casi muere por los hombres lobos errantes, tú solo te golpeaste un poquito, éy todavía exiges disculpas? Silvia entró 1Ilorando, con el rostro ensangrentado, como ---- si hubiera escapado de la muerte. -iQuinto! -gimió, corriendo hacia él. Quinto la abrazó, lanzándome una mirada de odio puro. -FCasi te creí. Nunca te marcaré. Masón, aunque siempre calmado, escupió: -Eres una omega patética. Nos usas como herramientas, pero nunca gobernarás el Norte. Se volteó con un desdén total, como si ser la Princesa del Norte no significara nada. Y, antes de salir, Quinto me asestó una última pufialada: - Seré tu compafiero. Pero solo serás un títere. Obedece, si quieres mantener tu trono. Los vi marcharse, pensando que habían olvidado que sin mí, jamás hubieran sido adoptados. Justo cuando estaban a punto de cruzar la puerta de la sala, por fin un invitado se atrevió a intervenir, como queriendo convencerlos de quedarse. Pero les dediqué una mirada gélida y grité: -iDéjenlos irse! ---- Silvia me lanzó una mirada triunfal, como si ya hubiera ganado. --Los tres Alfas del Pacto ya se van. éQué hará ahora? - me preguntó el mayordomo, temblando. Los murmullos crecieron: - Una Omega no puede gobernar sin un Alfa. El Norte va a morir. Al escuchar esto, inspiré profundamente y anuncié: -Hoy no solo es mi ceremonia de mayoría de edad sino mi compromiso. La pantalla gigante se encendió, revelando un rostro sumamente guapo. El salón entero contuvo el aliento. -iEs Héctor, el Alfa de la manada Sangre y Fuego! In the English-dubbed series "Burning Between Us" by CrushReel, a life-changing encounter in Wesley Lowe's hotel room shook Alaya's world seven years ago. This unexpected meeting resulted in the birth of twins, but tragedy struck when her father took one child, leaving a void in her heart. As the story unfolds, themes of love, loss, and resilience intertwine with the complexities of family dynamics and the allure of the billionaire CEO world. Set in a modern mansion backdrop, this ongoing romance delves into the sweet yet tumultuous journey of navigating relationships amidst wealth and power struggles. What sets "Burning Between Us" apart is its poignant exploration of emotional depth within the glamorous facade of billionaire romance. Readers are drawn into a web of secrets, passion, and second chances as Alaya grapples with her past while facing an uncertain future. Dive into this captivating narrative that seamlessly blends modernity with classic romance tropes. Discover the allure of CrushReel's storytelling prowess as you immerse yourself in this gripping tale, available to read online at CrushReel for those seeking an escape into the world of love and intrigue.