---- Capítulo 4 -Basta, María, me has decepcionado enormemente - dijo Antonio frunciendo el cefio, con voz autoritaria-. Yaera suficiente con tu arrogancia anterior, pero esta vez casi lastimas a tu hermano. Como castigo leve, suspenderé tu mesada. jReflexiona sobre tus acciones! Al escuchar esto, María palideció aún más, como si el mundo se le viniera encima. Internamente, me reí con frialdad. Como era de esperarse de su tesoro mimado por veinte afios; incluso después de que casi pierdo al bebé, no tiene el corazón para regafiarla realmente. Antonio ordenó a los guardaespaldas que se Ilevarana María, y luego me abrazó preguntando: -êMe culparías si solo le quito su mesada? Negué con la cabeza: -iCómo podría culparte? María es solo una nifia, quitarle su mesada ya es un castigo significativo. Antonio, algo sorprendido, preguntó: -éNo te sientes resentida? Después de todo, ella casi te hace perder al bebé. Tomé su mano y la coloqué sobre mi vientre: ---- -Yatelo dije, María es solo una nifia, como el bebé que llevo dentro. Si él comete errores por su inocencia, por supuesto que lo perdonaré. Además, María fue criada por ti, no es mala por naturaleza. Si actuó de manera tan extrema, seguramente alguien la manipuló. Aunque no limitas sus amistades, sería bueno que vigilaras mejor con quién se junta. Mi comprensión complació mucho a Antonio. Acarició mi cabello con su gran mano: - REres tan comprensiva. Bajé la cabeza tímidamente, ocultando todas mis emociones. Perdonaba a María porque para eliminar al enemigo hay que hacerlo de un solo golpe certero, si no, solo lo alertarás. Además, una caída que le quite sus garras era un buenttrato. Para compensarme, Antonio me hizo practicar en su empresa como su secretaria, manteniéndome bajo su protección. Cuando mi embarazo empezaba a notarse, María fue nombrada vicepresidenta, radiante de orgullo. Se paró frente a mí, mirando mi vientre de reojo, y se burló: - No creas que por estar embarazada de cualquiera podrás engafiar a mi padre. Ya verás, voy a ---- desenmascararte. Mi vientre crecía día a día, pero María no actuaba. Si ella nolo hacía, yo sí. Pronto nos encontramos en una tienda de lujo. Durante este tiempo, aunque ambas trabajábamos en la empresa, Antonio me había protegido bien y María no había encontrado oportunidad de atacarme. Ahora que me vio sola, inmediatamente arremetió: -éQué nivel tienes tú para atreverte a comprar enla misma tienda que yo? Miré hacia arriba, notando el punto ciego de las cámaras. No había necesidad de ser cortés: -éMi nivel? Pronto tendrás que Ilamarme mamá. Los ojos de María se enrojecieron de rabia y levantó la mano para golpearme. Me acerqué a ella, protegiendo mi vientre: - Adelante, golpéame. Si te atreves a tocarme, no será solo cuestión de perder tu mesada por unos meses. Acaricié mi vientre redondo, mirándola con una sonrisa: -Los médicos ya confirmaron que llevo a tu hermano. ---- Ella temblaba de rabia, pero finalmente no se atrevió a golpearme. Era cierto que Antonio la amaba, pero también anhelaba al bebé que yo esperaba. María, frustrada, le gritó a la vendedora: -iÉchala de aquí! Soy cliente VIP Black, si no la sacan, nunca más volveré a comprar aquí. La vendedora, sabiendo que María era la princesa de la alta sociedad, y viéndome vestida modestamente sin logos de marca, sonrió con falsa cortesía: - Sehfiorita, lo siento, pero le pido que se retire. No podemos atenderla. Me mantuve firme: - Tengo dinero, épor qué no pueden atenderme? - PbLo siento, pero la otra sefiorita es una distinguida miembro VIP Black, y este es su horario exclusivo. No podemos atender a nadie más. Mirando la tarjeta negra entre los dedos de María, pregunté: - Si yo tuviera una tarjeta de nivel superior, «tambiénla echarían a ella? Antes de que la vendedora pudiera responder, María ---- soltó una carcajada: -iQué disparates dices? ;Cómo podrías tener una tarjeta de nivel superior a la mía? éQuién te crees que eres? Todos me miraban como a una tonta, sin disimular su desprecio. Los ignoré y seguí preguntando a la vendedora: - Solo necesito una de nivel superior al de ella? María se burló: - êEl embarazo te volvió loca? iCómo te atreves a compararte conmigo? No eres nadie. -éY si la tuviera? - Si la tienes, me arrodillo ante ti ahora mismo - respondió María sin dudar. Asentí: -Como tu madrastra, puedo aceptar que te arrodilles ante mí. Antes de que María enloqueciera por completo, saqué lentamente una billetera barata de mi bolso de lona. ---- -Típico de pobres, ni siquiera tienen algo decent... Sus palabras se cortaron al ver mi tarjeta Infinite en la mano. María palideció, murmurando: -Imposible... ni siquiera mi padre me da una de esas... Sonreí suavemente, fingiendo inocencia mientras miraba a la vendedora: -iAhora es mi turno de tener la tienda exclusiva? é Pueden echarla a ella? Por supuesto, la vendedora no se atrevía ni a echar a la princesa de la alta sociedad ni a ofenderme a mí con mi tarjeta Infinite. No me importó y le pregunté a María: - éTe arrodillas ahora o lo harás en casa? -iY una mierda me voy a arrodillar! María, furiosa, intentó atacarme como antes. Pero yo estaba preparada y me aparté, haciéndola caer al suelo, dejándola con sangre en el brazo y la frente. La princesa de la alta sociedad nunca había sufrido tal humillación y gritó enfurecida: ---- -iHaré que mi padre te eche ahora mismo! Inmediatamente sacó su teléfono: -iPapá! jMaría me golpeó! Y además, he investigado y descubrí que el bebé que espera no es tuyo. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!