---- Capitulo 9 Esta era la primera vez que Henry mostraba verdaderamente preocuparse por mi. Pero era cémico a decir la verdad: hasta ahora, después de divorciarnos, se daba cuenta de que habia perdido peso. Al parecer, yo siempre habia escondido bien todo frente a él Pero nunca fingi. En verdad la vida se me estaba yendo de los dedos a pasos agigantados. Antes de que pudiera responderle, Henry recibié una llamada y se preparé para irse. Estdbamos cerca, asi que escuché la voz suave de una mujer al otro lado, era Ramona. Le preguntaba cuando volveria a casa para cenar con ella. Sonrei amargamente y la rechace. Por un momento, habia sido tan ingenua como para pensar que en serio le importaba Tomé un taxi de vuelta al hospital y dormi profundamente. Al despertar, le pedi al doctor Babic que me acompafiara a un centro comercial cercano a comprarme un vestido. Pensé que mafiana, al visitar a mis papas con Cristian, al menos deberia verme presentable, lena de energia y luciendo bien bonita. Me puse la nueva ropa y, al verme en el espejo, noté mi cara demacrada y mi piel sin color. Me preocupé. Si mis paps pudieran verme asi, se pondrian muy tristes. zY Cristian? ¢Me culparia por no cuidar bien de mi misma? Me obligué a cenar, aunque las nduseas casi me vencen. Entre sorbos de agua, logré pasar algunos bocados. ---- Esta noche dormiria temprano. Mafiana todo estaria mejor. Babic permanecié a mi lado, sin alejarse ni un segundo siquiera. Le insisti que fuera a descansar a su casa, pero no quiso. Seguramente el susto de verme desmayar lo habia dejado paranoico. Por suerte, la noche transcurrié tranquila, y al despertar, me senti mejor que en dias. Babic me miraba con una expresién de alivio mientras me ayudaba a levantarme. Le aparté las manos juguetonamente y di una vuelta frente a él. -Mira, estoy bien. Creo que mi cuerpo esté ya mejorando El se quedé callado, pero vi cémo sus ojos se enrojecian de nuevo. Babic habia pedido otro dia libre para cuidarme. Me senti culpable e intenté darle dinero, pero no lo acepto. Pensé en ir por un café cerca del juzgado para que pudiera relajarse mientras esperaba, pero después de mucho buscar, solo encontré una pequefia tienda de postres. Lo dejé ahi mientras entraba a la corte. Como abogada con ajios de experiencia, fue extrafio sentarme en el lado del demandante, viendo a otro abogado ganar un caso por mi. Pero mientras avanzaba el juicio, Cristian no aparecia. Le envié mensajes, pero no respondid. Una inquietud comenzé a crecer en mi pecho. Me lo habia prometido. Hoy era un dia importante; Cristian no lo olvidaria. Cuando finalmente se dict6 el veredicto, sali apresurada, sin ---- importar nada més. Habia reporteros afuera, y apenas les respondi antes de sentirme mareada Cuando estaba a punto de desmayarme, alguien me sostuvo. Babic tenia los ojos rojos, como si hubiera estado llorando. -Nola, no te apresures. Tu salud es lo mds importante. Al mirarlo y ver sus lagrimas, algo hizo clic en mi mente. Las mias comenzaron a caer sin control mientras sacaba mi celular para llamar a Cristian. Mientras alguien contestara, podria desechar mis temores. Pero el celular soné una y otra vez, hasta que una voz mecénica dijo: -Lo sentimos, el numero que marco no esta disponible en este momento... En ese instante, senti como si fuera un pequefio arbusto en medio de una tormenta. Con una rafaga de viento, me desplomé. Perdi el conocimiento. Cuando desperté, la policia llamé para pedirme que identificara el cuerpo de Cristian Al levantar la sdbana blanca, vi su rostro destrozado, irreconocible después de la caida. Era como la escena que solo habia visto en pesadillas, mis papas saltando desde aquella azotea. La policia dijo que Cristian habia saltado desde el piso més alto de su oficina. Me arrodillé, tamando su mano, mirando su cara palida e ida, y solté
