---- Capítulo 6 Antes, al oírlo decir esto, probablemente me habría sentido consolada, pero ahora no sentía un carajo. - No soy tan generosa como para perdonar a quien me ha lastimado de tal manera. éPodrías por favor marcharte? - Mamá, por favor, dame otra oportunidad. Yo... Roberto tenía la cara Ilena de súplica. Pero hacía mucho que dejé de preocuparme por lo que él sentía. Justo era la hora de la salida de los nifios de preescolar, así que le pedí al nuevo empleado que cuidara la tienda mientras iba al jardín de infancia a recoger a Joselito. Roberto tomó un taxi y me siguió. La calle no era mía, así que él podía hacer lo que quisiera. Pronto llegué al jardín de infancia, donde la entrada estaba hecha un bullicio -iMami te extrafie muchísimo! El pequefio soltó la mano de la maestra, corrió hacia mí conlos brazos abiertos y me entregó una figurita de plastilina que había hecho. -Hoy la maestra nos ensefió a hacer mufiecos de ---- plastilina y nos dijo que hiciéramos a la persona que más queríamos. jTe hice a ti mamá, mírale no más! Le di un beso en su mejillita: -PCarifio, ay pero te ha quedado precioso. jTe amo, muchas gracias! El pequefio se sonrojó y se acurrucó en mis brazos: -Mami, eres mucho más bonita que tu versión en plastilina, perdona si te hice un tilín deforme. El nifio había heredado las dulces palabras de su padre, y con ellas me dejaba sin aliento. Roberto, al ver nuestra interacción, se llenó de envidia. Fingí no verlo y tomé la mano de Joselito para lIlevarlo al auto. Pero Roberto nos siguió. Conlos ojos enrojecidos, di - Mamá, fes qué durante estos seis afios no viniste a verme porque ahora tengo un hermano al que quieres más? -éNo fuiste tú quien me pidió repetidamente que no fuera a verte para que Lucía no se molestara con mi presencia? Hastalos cinco afios, Roberto apenas me hablaba. La ---- única vez que lo hizo con insistencia fue durante el mes de reflexión antes del divorcio. Cada mafiana, al despertar, me pedía que no volviera a casa a buscarlo porque Lucía se ponía triste, y él no quería que eso pasara. Roberto estaba visiblemente incómodo: - Pero, pero... no es solo culpa mía. En ese entonces tú tampoco eras cercana a mí, ni siquiera quisiste acompafiarme a la carrera atlética familiar. La tía Lucía siempre estaba ahí para mí, es natural que la quisiera más, êno puedes acaso entender eso? - Estás muy equivocado. Fuiste tú quien me consideró una vergiienza y nunca me llamaste mamá en público, ni me dejabas acercarme en casa. Una vez fui en secreto al jardín de infancia solo para verte, y me sefialaste diciendo que era la nifiera. Después, en casa, Iloraste y gritaste para que me mantuviera lejos de ti y no volviera a recogerte. El pasado al lado de ustedes dos, para mí, fue una pesadilla. Si no fuera porque quería marcar distancia con Roberto, nunca habría tocado esas heridas. É se quedó paralizado, con la boca abierta, sin poder responder, mientras yo me iba con Joselito sin mirar atrás. Al Ilegar a casa, recibí un mensaje de un número ---- desconocido. [Lo siento mucho, mamá. Papá y los demás siempre decían que todo era tu culpa, y yo lo di por hecho sin reflexionar sobre lo mucho que te estaba lastimando.] [Ni papá ni yo tenemos derecho a pedirte perdón. No volveré a interferir en tu vida y haré lo posible por detenerlo a él si lo intenta.] Alejandro y Roberto siempre habían venido a buscarme para que volviera a casa, pero con una actitud de superioridad. Esta era la primera vez que Roberto me pedía disculpas sinceramente. Pero aún no podía perdonarles. Roberto cumplió su palabra y no volvió a buscarme, pero Alejandro sí. Apareció en la tienda en silla de ruedas. -Carmen, sal ya un momento, tengo que hablar contigo. Su tono seguía siendo el de alguien que daba órdenes. No me moví ni un centímetro: - No tengo tiempo. Alejandro, acostumbrado a tratarme con desprecio, se quedó con el rostro tenso y enfadado al recibir mi indiferencia. ---- El empleado, curioso, pero sin atreverse a preguntar, miraba de reojo, hasta que uno de los clientes habituales, más chismoso, no pudo contenerse y preguntó: -TJefa, este hombre bien parecido y su hijo vienen mucho a la tienda, équé relación tienen contigo? In the latest episode titled "ReelTalk EP24-Surviving Bullying & Navigating Mental Health" by CrushReel, a poignant narrative unfolds between Autumn Noel and her confidante Amanda Liguori as they delve into the depths of mental health struggles. Autumn bravely shares her journey of overcoming bullying, shedding light on the impact of online harassment and the resilience needed to navigate such challenges. This raw and authentic conversation not only resonates with those facing similar adversities but also highlights the importance of seeking support during vulnerable times. As the story unfolds in this ongoing romance series, the bond between Autumn and Amanda deepens, showcasing the power of friendship in confronting personal battles. Through their candid exchange, themes of courage, empathy, and self-discovery resonate strongly, adding layers of depth to this heartwarming narrative. The unique blend of vulnerability and strength portrayed by the characters sets this episode apart, offering a refreshing take on mental health awareness within the romance genre. What sets this episode apart is its genuine portrayal of complex emotions and its unwavering commitment to authenticity. Available to read at CrushReel, this compelling exploration of resilience and friendship serves as a beacon of hope for readers navigating their own struggles.