---- Capítulo 4 En ese momento sonó mi despertador. Había puesto una alarma para aplicarme una mascarilla facial. Aaron extendió la mano para agarrar mi teléfono, y yo fingí haberme despertado. Me estiré, bostecé y puse mi mano sobre el celular para evitar que Aaron lo tocara. Seguía resistiéndo. Aaron sintió que no era el momento adecuado y tenía miedo de que me despertara, por lo que rápidamente se levantó de la cama y salió corriendo de mi habitación. Después de que Aaron se fue, por fin abrí los ojos. Empecé a sudar. No sólo tenía miedo, sino que también me sorprendía que lo dudara tanto. En ese momento, miré la foto de mi boda que estaba frente a la cama y decidí contárselo a mi marido. Pero, antes de contárselo a mi marido, tuve que contárselo a otra persona. Llamé a mi mejor amiga sin pensarlo. Tardó mucho tiempo en contestar, y cuando contestó, solo podía oír un montón de ruido. Al parecer mi mejor amiga estaba en algún bar. ---- Su voz medio borracha se escuchó llena de energía, opacando la música: -iQué pasó, mi querida? Apreté los labios, caminé hacia la ventana, tapé el celular con la mano y dije: - Deberías cambiar de novio. Aaron no es una buena persona. Mi amiga no pareció oírme y gritó: -éQué es lo que tanto dices? Dime de una vez qué es lo que tienes que decir. Un muchacho me quiere sacar a bailar. Me quedé sin palabras y colgué. No importa. No hace falta decírselo. Por lo que sé de ella, simplemente se sorprendería. Ni siquiera me preguntaría si debía Ilamar a la policía. En lugar de eso, se pondría como loca y me preguntaría si sería capaz de divorciarme y darle una oportunidad a Aaron de montarme. Mi mejor amiga siempre ha sido así. Aunque cuando le presenté a Aaron a mi mejor amiga, ella prometió que cambiaría y saldría con el típico ---- príncipe azul, la conocía muy bien como para creer en sus promesas. Efectivamente, aunque está en una relación, empezó a salir con chicos en bares. Después de un rato, escuché el sonido de la televisión de la sala, pero no me atrevía salir. Esperé en el dormitorio hasta casi las diez de la noche, aunque mi marido nada que regresaba. Llamé a mi marido, pero no respondió. Al poco rato me respondió: - Duérmete. No iré a casa esta noche. Tengo que terminar de revisar unos papeles y después me voy a dormir en el piso con mis compafieros de la empresa. Si no, tendré que hacer horas extras mafiana otra vez. Me sentí un poco decepcionada y tenía la garganta extremadamente seca. Pensé que debería tener dos botellas de agua mineral siempre en mi habitación, por si acaso. Después de todo, esta es mi casa y la de mi marido, y fue Aaron el que se comportó como un salvaje, así que épor qué debería sentirme culpable? éPor qué me escondo aquí y no me atrevo a salirala ---- cocina? Hice lo mejor que pude para ocultar mi nerviosismo, salí de la habitación como si nada, ignoré a Aaron, vertí el agua y me preparé para regresar a mi habitación. De repente, Aaron preguntó: -éNo te terminaste la leche? Mi corazón se detuvo un segundo, me di la vuelta y sonreí: - AAjá, équé pasa? Aaron dijo: - No pasa nada, sólo te pregunto. Antes de que pudiera mover las piernas otra vez, Aaron dijo: -Quieres ver una película conmigo? Hice un gesto con la mano para decir que no, diciendo que tenía suefio y le pedí a Aaron que también se fuera a la cama temprano. Justo cuando estaba a punto de entrar al cuarto, Aaron corrió hacia la puerta de mi habitación y extendió su mano para no dejarme cerrar. ---- Le pregunté, irritada: -éQué diablos estás haciendo? Aaron guardó silencio y luego preguntó lentamente: - Dime la verdad, ;Qué piensas de mí? Su pregunta me dejó un poco confundido, pero pude hacerme una idea de a qué se refería. Le dije: -áPor qué me preguntas? éPor qué no le preguntas a tu novia? éNo la vas a ver hoy? Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!