Capítulo 7: ???? ???? ???? ???? ???? “Ya veo”. Evan frunció el ceño. No podía creerlo. “¿De verdad se fue?”. “Sí, Señor. Dejó unos papeles en su mesa de noche”, reveló la Señora Shaw. Evan se olvidó de la cena. Fue directamente a la habitación y vio los papeles, exactamente como la Señora Shaw había dicho. Cuando se acercó, ya sabía que se trataba del acuerdo de divorcio. Se sorprendió que Shantelle lo firmara, todavía más sin hacer un berrinche. Ella no fue a su oficina. No lo llamó ni le envió ningún mensaje en los últimos días. Evan tampoco recibió alguna llamada de su padre, lo que significaba que su familia todavía no se había enterado de su decisión de divorciarse de Shantelle. Evan levantó el anillo de matrimonio bicolor, que era de Shantelle. Sin darse cuenta, observó el anillo en su dedo y murmuró: “Ella lo firmó. Lo firmó de verdad”. Frunció el ceño. Evan pensó que se sentiría aliviado, pero, ¿Por qué sentía que le pesaba el pecho? Estaba a punto de quitarse su anillo cuando descubrió otro papel que estaba doblado debajo del acuerdo de divorcio. Lo levantó y se dio cuenta que era una carta dirigida a él. Lentamente, abrió el papel y lo leyó. [Mi queridísimo Evan…]. El peso en el pecho de Evan se sentía asfixiante cada vez que leía otra línea de la carta. Shantelle relataba los años en que eran jóvenes. De algún modo, también le recordó a Evan lo unidos que eran entonces. Finalmente, sus ojos se posaron en las últimas palabras, que parecían haber sido escritas posteriormente. [Por cierto, taché lo de la pensión y la refrendé. Como dije en mi mensaje, no tienes que darme dinero. Y, lo siento por enviarte el mensaje con la foto. Pensé que debías saberlo]. Enarcó una ceja, confundido. “¿Un mensaje? ¿Me mandó un mensaje?”. A Evan le pareció extraño, porque nunca recibió ni un solo mensaje de ella durante esos días, solo silencio. “Buenos días, Evan. Te quiero”. Evan sonrió al escuchar a Shantelle repetir aquellas palabras. Ella nunca se cansaba de expresar lo que sentía. Él no respondió, estaba muy a gusto durmiendo, pero sintió la calidez de esas palabras en su corazón. De repente, escuchó el zumbido de su teléfono. Era su despertador. “Shanty, ¿Puedes apagar la alarma, por favor? Quiero dormir más. Es sábado”, g!mió Evan medio dormido. “Shanty. ¿Shanty?”. Abrió sus ojos y se dio cuenta de que estaba llamando el nombre de su esposa. Se incorporó y se giró hacia el lado vacío de la cama. Entonces, su mirada se posó en la mesilla de noche. Cuando vio los papeles del divorcio y la carta que ella escribió, recordó de nuevo que Shantelle ya se había ido. “Cierto. Se fue”, dijo Evan en voz baja. Pensó de nuevo en que se suponía que éste era su momento más feliz. Era libre. Todo lo que tenía que hacer era formalizar el divorcio y sería oficialmente un hombre soltero, pero, ¿Por qué seguía sintiendo su pecho apretado? No se sintió nada mejor desde que se enteró de que Shantelle se había ido. Notó que su teléfono estaba sonando. Lo revisó y vio que era Nicole. Al principio lo ignoró y se recostó de nuevo en la cama. Cuando el teléfono siguió sonando, contestó malhumorado: “Nicole”. “¡Conseguí el trabajo en la biblioteca pública! Fue justo como dijiste. Tu padre no interfirió”. Había felicidad en su voz. Nicole agregó: “Evan, no sabes cuánto te lo agradezco. ¿Qué tal si cenamos para celebrarlo? ¿Puedo cocinar algo para ti?”. Evan miró la mesilla de noche. Luego contestó: “No puedo. Tengo que entregar los papeles del divorcio a mis abogados”. “Oh, ¿Shantelle ya los firmó?” Sí, lo hizo”, contestó Evan con indiferencia. No había ni una pizca de felicidad en su voz. “Eso es aún más motivo de celebración. Vamos, Evan. Vamos a comer algo juntos”, insistió Nicole. Evan suspiró y respondió: “Lo siento Nicole, pero tengo cosas que hacer. En otra ocasión”. Colgó la llamada sin dejar que Nicole terminara de hablar y se puso a mirar el teléfono, revisando sus mensajes. Recordando la carta de Shantelle, se preguntó: “¿A qué mensaje se refería?” De una aplicación a otra, Evan revisó todos sus mensajes, pero no encontró ningún texto o mensaje reciente de Shantelle. Frunció el ceño y se preguntó a qué se refería. Pronto intentó llamar al teléfono de Shantelle. “La persona a la que intenta llamar está fuera de cobertura”. Llamó uña y otra vez. Como no pudo comunicarse, le envió un mensaje: [Shanty, recibí tu carta. Gracias por firmar los papeles del divorcio. Sé que dijiste que no querías la pensión, pero te transferiré los fondos de todos modos. Por cierto, no recibí ningún mensaje tuyo, a diferencia de lo que escribiste en tu carta. Evan pasó una hora esperando en la cama, pero Shantelle no respondió. Bajó a desayunar tarde. Como Shantelle seguía sin responder, envió otro mensaje: “Shanty, podríamos seguir siendo amigos. Nos conocemos desde que éramos jóvenes. No necesitamos ser extraños”. Se bañó y se puso ropa limpia para ver a sus abogados y, tras entregar los papeles del divorcio, decidió hacer una visita a su padre y a su madre. Cuando entró por la puerta de la vieja mansión de los Thompson, Evan se sintió tenso. Ya era hora de comunicarle a sus padres su decisión de divorciarse de Shantelle. No sabía cómo se lo tomarían. Sus padres, Erick y Clara Thompson, de verdad apreciaban a Shantelle como nuera. “¿Mis padres están aquí?”, preguntó Evan. “Sí, Señor. Están en el jardín con la Señora… Quiero decir, la Señorita Scott”, dijo la criada. Al instante, Evan sabía lo que estaba pasando. Miró fuera y se dio cuenta de que el coche de los Scott estaba estacionado junto al de su padre. Shantelle estaba allí para informarles de su divorcio. Se le pasaron por la cabeza muchas posibilidades. Una vez más, estaba furioso. Estaba preparado para defenderse si su padre trataba de amenazarlo de nuevo. Evan marchó con pasos pesados hasta que llegó al jardín. Lo que vio le rompió el corazón. Pudo distinguir cómo la noticia entristeció a sus padres. Erick y Clara abrazaban a Shantelle con lágrimas en los ojos. Su mujer hacía lo mismo, llorando. “Evan”, llamó Clara, su madre. “Estás aquí”. El abrazo entre los tres se rompió, y Evan por fin pudo ver a Shantelle. Era obvio que había estado llorando, ya que tenía los ojos enrojecidos y ojeras. “Shantelle me dijo que… ¿Finalmente se han divorciado?”, dijo Clara en tono suave. Entonces, para sorpresa de Evan, su padre dijo: “Supongo que así es mejor, Estoy cansado de tener que obligarlos a los dos”. “No te preocupes, Evan. Shantelle nos dijo que fue su decisión. Así que la respeto”, dijo Erick. “¿Qué?”. Eso sorprendió a Evan. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
