---- Capítulo 7 Su mamá ya se levantó y, al escuchar su ridícula pregunta, le dio a Alfredo una fuerte patada en el pecho: -iMaldito! éPor qué he criado a un hijo tan estúpido como tú? áNo entiendes el espafiol? jTe dije que Valeria se había quedado conmigo todo el día! Cuando te fuiste con esa mujer, quien te dijo que había nadie en casa, jfue ella quien me dio el último vaso de agua para salvarme lavida! Alfredo estaba tan impactado por la verdad, quedándose paralizado en el suelo. En ese momento, mi suegra me vio y me hizo una sefial para que me les acercara. Con una complicada mezcla de emociones, me dirigí hacia ella: - Mamá... No, sefiora Hernández... Notó el cambio en el trato que usé, y de inmediato, las lágrimas brotaron de sus ojos. Muy enfurecida, se levantó de la cama para golpear a su hijo. Lo reprochó agitada: - éTe has vuelto loco? jTe he dicho miles veces que te mantengas alejado de Violeta! Tienes tu propia marida, é pero dedicaste todo tu carifio en una mujer así? ---- En medio del alboroto, Violeta apreció en la puerta, Pronunció el nombre de Alfredo con los ojos muy enrojecidos como si estuviera muy triste. Alfredo se dio la vuelta para mirarla ruborizado, acusándola: -iVioleta! ;Cómo pudiste ser tan cruel? La buena "actriz", conlos labios temblando, se retrocedió un poco y al mismo tiempo, se le ocurrió la solución: - Alfredo, no creas en sus mentiras... jValeria fue precisamente la culpable del incendio! jFui el testigo! La respuesta que ella recibió fue una cachetada de Alfredo: -iMi mamá me dijo que fue tu obra! Es posible que otros me engafien, épero por qué mi propia mamá debería engafiarme? Asustada por los furiosos gritos de Alfredo, las lágrimas le brotaron de inmediato. - 7Tal vez tu mamá haya mentido... No pudo terminar las palabras, porque Alfredo la interrumpió empujándola al suelo de un empujón. ---- Ella mostró una expresión de lástima y lo rogó con voz entrecortada: -iAlfredo! Si mis padres siguieran vivos, seguramente se sentirían enfadados al verte tratarme así... É1 se quedó parado por esas palabras con los pufios apretados, vacilando. Al final, no le hizo nada más. Suspiró profundamente y finalmente recordó mi existencia. Intentó tomar de mi brazo y me dijo: -PValeria... Lo siento... éPodrías perdonar a Violeta? Impotente, le mostré una sonrisa amarga. Efectivamente, la gratitud de sus padres hacia Alfredo era la mejor arma que Violeta tenía contra él. Aunque este se había enterado de la verdad, su primera reacción fue defender a Violeta... No pude emitir ningún sonido hasta unos segundos después. Le dije: - Alfredo, divorciémonos. Sus ojos se 1Ilenaron de lágrimas al instante, y de inmediato me tomó de la mano, rogándome con desesperación: -TLo siento, carifio, te malentendí... No puedo divorciarme de ti, por favor... La persona a la que amo eres tú... ---- Me solté de su agarre con fuerza y di un paso atrás, mirándolo alos ojos. - Alfredo, no, no soy tu amor. Violetalo es. No te culparé ni por la muerte de nuestro hijo ni por lo del incendio. Al escucharlo, Violeta, que se apoyaba contra la pared, se dejó caer al suelo. Sin ganas de verla, me fui del pabellón. Después del incendio, mi casa ya quedó hecha un desastre, así que decidí hospedarme en un hotel para descansar un poco. No había pasado mucho tiempo cuando alguien empezó a golpear la puerta con fuerza. Al abrirla, vi a Alfredo, cuyo rostro reflejaba un cansancio profundo. - PValeria, quiero hablar contigo -me dijo. Lo miré con indiferencia, sonriendo: - Aparte del divorcio, no tengo nada más que decirte. Apenas terminé de hablar y vi que sus ojos se Ilenaban de lágrimas. Se metió a mi habitación, incluso su voz sonaba entrecortada: -Valeria, lo siento por todo lo que te hice... 'Podrías perdonarme? Podemos volver a lo que éramos... ---- Suspiré amarga: - éY qué harás con Violeta? Él me miró aturdido, y yo continué: -Cuando salí del pabellón, escuché que ella ya está embarazada. Ya tiene tu hijo en su vientre. Todo su ser se puso tenso al instante y guardó silencio. Tras unos segundos, finalmente se animó a hablar: -Haré que ella aborte. Fue un accidente... Valeria, sé que te he fallado y ya es tarde para disculparme, pero espero que puedas darme una oportunidad más. Negué con la cabeza. Cuando me dejó en el incendio y mi hijo murió por su patada, nadie había pensado en darme una oportunidad. En el pasado, cuando estaba atrapada en la trampa del amor, siempre pensaba que, si me esforzaba un poco más, él vería mis ventajas. No obstante, descubrí que todos mis esfuerzos no tenían ningún sentido. Los momentos felices ya se convirtieron en solo recuerdos, yél ya no era mi marido que solía hacerme reír, mientras yo, ya no era la joven simple y fácil de engafiar. Entre nosotros, ya no había vuelta atrás. Me acerqué a la mesa y le entregué el nuevo contrato de ---- divorcio. -Fírmalo. Él lo tomó, con lágrimas cayendo sin parar. -PValeria, éde verdad tenemos que llegar al divorcio? Antes nos amábamos tanto... Se le quebró la voz y no pudo seguir, mientras yo solo sentía molestia. Mi amor debería ser una persona valiente y decidida como antes que nada podía vencerlo. Pero ahora, ni siquiera se atrevió a firmar el acuerdo de divorcio. Su mirada se clavó en mí y, unos segundos después, desanimó por completo y se derrumbó al suelo: - No lo sabía, de verdad... No sabía que Violeta te había difamado... Fue toda su culpa... Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
