---- Capítulo 8 En especial ese día, ella sacó un vibrador. Juan, a través del oso de peluche, lo vio todo. Tenía tantas ganas de poseerla, de estrangularla hasta que su rostro se pusiera rojo escarlata y sus ojos se pusieran en blanco. Pensando en esto, Juan puso su mano en el fino y blanco cuello de la mujer. Era tan hermosa, con un cuello delgado y largo, sin un solo defecto. La fuerza en su mano aumentó, y la mujer en la cama rápidamente enrojeció y frunció el cefio. Pero seguía dormida. Juan respiró aliviado, soltó su agarre, besó el cuello enrojecido por sus dedos, y levantó la fina manta que la cubria para observarla cuidadosamente. Con una mirada frenética, se acercó y lamió esa preciada joya con devoción. Solo cuando el cuerpo de Mariana estaba completamente húmedo se sintió satisfecho, se acostó a su lado, la abrazó y enterró su rostro en su cabello, inhalando su dulce aroma. Era un aroma único, embriagador. Enrrealidad, Juan tenía una gran capacidad para el ---- alcohol; las copas de esa noche eran solo una nimiedad. Le gustaba observar a la gente en la oscuridad, y también le gustaba el encanto que Mariana mostraba sin darse cuenta durante la cena. Juan pensó que Mariana era demasiado ingenua, que no se daba cuenta de lo peligroso que era estar a solas con un hombre que no conocíia bien, así que le dio una advertencia. Ver el pánico de la conejita le pareció divertidísimo. Su resistencia al alcohol era alta, esas copas no lo habían afectado, pero el aroma de Mariana lo había embriagado un poco. En su estado de embriaguez, sintió que la persona en sus brazos se movía, seguido de un grito agudo. Los ojos tranquilos y suaves de Mariana estaban rojos e hinchados, lo miraba como si fuera un monstruo. El miedo y el terror en su rostro eran casi tangibles. -iéQuién eres?! Juan instintivamente intentó tomar su mano, yenel forcejeo, su mascarilla cayó, dejando manchas de sangre en ambos. Cuando la sujetó con fuerza en sus brazos, Mariana le mordió la mano con fuerza, haciéndole sentir un dolor punzante. Juan se enojó, apretó con fuerza, y en segundos, la persona en sus brazos se quedó inmóvil como si se hubiera desmayado. Se preocupó, temiendo que Mariana se hubiera ---- desmayado, y rápidamente revisó su estado. Fue entonces cuando Mariana, que había tenido los ojos cerrados, los abrió de golpe. En el siguiente segundo, Juan sintió un dolor agudo en sus genitales. Viendo que Mariana volvía a patearlo, se giró para evitarla y bajarse de la cama, pero una fuerza lo empujó contra la mesita de noche. Juan sintió que varios objetos afilados se clavaban en su cuello. Para ser honesto, no sintió dolor en ese momento, pero sí percibió el olor a sangre. Una gran cantidad de sangre brotó de su arteria carótida, como un pequefio arroyo, tifiendo instantáneamente sus manos de rojo, y entonces sintió el dolor. En ese momento, su mente estaba lúcida y confusa a la vez. iPor qué Mariana se había despertado de repente? é Lo había reconocido? iIba a morir? Tenía varios agujeros en el cuello, parecía que sí iba a morir... Cayó al suelo y escuchó a Mariana preguntarle con su dulce boca, la que él acababa de besar: -TJuan, équé se siente al morir? No pudo responder. Si hubiera tenido fuerzas para hablar, le habría dicho: - Mucho frío, mucho frío. Como si me hubieran metido en un pozo de hielo. ---- Su temperatura corporal disminuía gradualmente, y su conciencia empezaba a desvanecerse. En el último momento de su conciencia, Juan escuchó a Mariana marcar el número de emergencias. Hablaba con un llanto de miedo. -IiAy... sí, en el edificio A del complejo Jardín, por favor ... vengan rápido, creo que se está muriendo! Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!