---- Capítulo 6 Media hora después, al ver que yo no aparecía, la expresión de papá se oscureció de inmediato. -éMedia hora y aún no se ha dignado a venir? fQué pasa? éAhora ni siquiera yo, su padre, puedo hacerla obedecer? jQué muchachita.. no le ha servido para reconocer su error...? Quiero ver qué demonios está tramando esa mocosa. éTanto tiempo encerrada, Papá se levantó enfurecido, y la taza de té que tenía en la mano se estrelló con fuerza contra el suelo. Yo me encontraba, justo detrás de él, observándolo en silencio. Ver su furia mezclada con un poco de nerviosismo, y cómo se golpeaba con la silla al levantarse, me sacó una sonrisa irónica. - PDarly, quédate aquí un momento. Voy a arrastrar a esa mocosa hasta aquí para que te pida disculpas -dijo papá, antes de correr hacia la bodega en la que me habían encerrado. Pero, antes de llegar, una rata salió disparada del cuarto ylo hizo brincar del susto. -éQué demonios? iRatas? En esta casa? El mayordomo, pálido, que se encontraba a un lado, ---- desvió la mirada con cierto pesar. - Sefior... será mejor que lo vea con sus propios ojos. Vi cómo los pasos de papá se hacían más lentos e inseguros a medida que se acercaba al cuarto. Muy pronto... iba a ver mi cadáver. Y, para mi sorpresa... me sentí emocionada. iTendría miedo cuando lo viera? éSe arrepentiría? ;Se asustaría? Papá llegó hasta la puerta, pero no se asomó de inmediato. En lugar de eso, alzó la voz con desprecio: -iChiara, équé clase de payasada es esta?! jSal de una maldita vez! jSi no sales ahora, te quedarás ahí para siempre! Y yo, que me encontraba a su lado, escuchando sus gritos, no pude responderle con tono sarcástico, aunque no pudiera oírme: -iAhora quieres que aparezca? jYa es tarde! Créeme, yo también quería salir. Mira mis manos. Hasta el último momento estuve golpeando esa puerta con todas mis fuerzas, luchando por salir, por vivir. Incluso, conlos dedos lastimados, no me rendí. Pero ahora estoy muerta. GEstás satisfecho? jiTú me mataste! ---- Al ver que no había ninguna respuesta, papá por fin se asomó al interior. En el pequefio espacio de la bodega, justo en el centro, había un esqueleto irreconocible, rodeado de ratas que corrían por todas partes. -iAh! -gritó papá, dando un par de pasos hacia atrás, apoyándose contra la pared. Las ratas, que habían estado royendo mi cuerpo, se asustaron por el grito y comenzaron a correr en todas direcciones. Varias salieron disparadas del cuarto... y algunas, incluso, treparon encima de papá, que empezó a saltar aterrorizado. Verlo en ese estado tan ridículo me hizo reír a carcajadas. Hacía mucho tiempo que no lo veía tan humillado. Si hubiera podido capturar ese momento en una foto, sería perfecto. Lástima que ya no tengo forma de hacerlo. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!
