---- Capítulo 8 De repente, alguien entre la multitud gritó: -iAntes de 1Ilamar a la policía, Ilevémonos algo como compensación! jVengan, acá por ello! Yo me quedé a un costado de la puerta, observando cómo la gente saqueaba la casa con frialdad. Sergio tal vez ya se había gastado buena parte del préstamo en amoblarla Porque había electrodomésticos nuevos por todas partes, muebles recién comprados, y varios aparatos que jamás había visto antes. Bueno, ahora todo eso tenía nuevos duefios. Mis suegros intentaron pelearse con la gente, pero todo era en vano. No eran rivales para ellos. Mientras los vecinos se acercaban a curiosear. Yo me hice a un lado, en principio, suspirando con aire dramático: -iAy, mis suegros! Por un instante sentí pena por ellos. Pero, solo por un instante. No solo encubrieronlos cuernos que me puso Sergio, sino que planearon juntos fingir su muerte y fugarse tranquilos del país. Pensaba que yo era la única víctima, pero no sabía que también estaban metidos en la estafa. Comencé a sacar los trapos sucios de la familia Lugo, y pronto los vecinos se aglomeraron y empezaron a ---- insultar a mis suegros. En medio del forcejeo, mi suegro se cayó al suelo y le dio una subida de presión. Pero a nadie le importó un comino. Cuando vi que ya casi lo habían saqueado todo, saqué el testamento de Sergio y anuncié en voz alta: - Ustedes recuerdan muy bien este documento, é verdad? Aquí está escrito que soy la única heredera de su hijo. Esta casa, que antes estaba a nombre de Sergio, ahora es legalmente mía. Así que les pido que hoy mismo se larguen de mi casa. Todos se quedaron quietos y en silencio, sin saber qué hacer. Yo, por mi parte, les sonreí con satisfacción y les tranquilicé un poco: - No se preocupen, todo esto es de la familia Lugo. Pueden Ilevárselo, yo no lo necesito. No me falta el dinero, estas cosas para mí son insignificantes. Lo que quiero es echar a estos dos viejos sinvergienzas a la calle. Bruna, desencajada de rabia, apenas podía articular palabras: -iMabel! Tú... nos estás acorralando. éNo temes que el espíritu de Sergio venga a vengarse por nosotros? ---- -iVengarse por ustedes? - Solté una risa siniestra y respondí-: Estoy aquí precisamente jpara vengarme! Hice una breve pausa y seguí: - Ustedes sacaron un préstamo de 700.000 dólares, é no? Pueden usar ese dinero para devolverle a todos, eso no es tan complicado. jDejen de hacerse los tontos y devuelvan el dinero ya! Mencioné el préstamo a propósito, así desvié con facilidad toda la rabia de los presentes hacia ellos. Enseguida comenzaron a exigirles a mis suegros que devolvieran el dinero, pero ellos, tercos, no soltaron ni una palabra. Entonces, con la furia, la gente les dio una buena paliza. Al ver a esos dos viejos con la cara llena de moretones, hice una de inmediato llamada y vinieron varias personas. En un momento se llevaron a mis suegros a la calle con todas sus pertenencias. También llamé en ese momento a un cerrajero para cambiar todas las cerraduras de la casa. Recordé todo el dinero que Sergio me convenció de gastar en estos viejos, hice unas cuantas llamadas más. Les cancelé todas sus membresías del club de lujo y del spa. Les corté hasta la última vía de escape existente. ---- Mis suegros se pusieron a gritar por todo el vecindario, acusándome desagradecida y lamentando que la familia Lugo hubiera tenido la mala suerte de aceptarme en su casa. Pero por más que gritaran como locos, les daba igual a todos. De hecho, varios vecinos que pasaban tambiénlos insultaban. La gente ya estaba al tanto de todas las porquerías de la familia Lugo, gracias a lo que se había destapado en internet. El espectáculo no duró mucho. Pronto vino el personal de seguridad del vecindario para echarlos, diciendo que habia quejas porque sus trastos bloqueaban el paso. En ese preciso momento también llegó la policía. Detuvieron a mis suegros por su implicación en la estafa. Las pruebas eran tan contundentes esta vez que no tenían escapatoria alguna. Desde el balcón, observé cómo se los Ilevaba la policía y sentí un profundo alivio. Alo largo de nuestro matrimonio, Sergio había sacado grandes cantidades de nuestras cuentas conjuntas para dárselas a su familia, cantidades que iban mucho más allá de una ayuda familiar razonable. Después de su muerte, revisé las conversaciones entre él y su madre, y vi cómo ella le lavaba su cerebro. Le repetía una y otra vez que yo no Ilevaba su apellido, que ---- siempre sería una extrafia en la familia. Y como ganaba más que él, que debía andarse con cuidado conmigo. Porque si me enamoraba de otro, todo ese dinero acabaría beneficiando a un extrafio. El muy imbécil, pareció tragarse todo lo que le decía su madre y se fue distanciando de mí poco a poco. Después de tantos afios conspirando contra mí, su familia acabó totalmente destruida. No fue más que el resultado de sus propias acciones. Pero todavía quedó una persona a quien no quería dejar escapar tan fácilmente. In the latest episode titled "ReelTalk EP24-Surviving Bullying & Navigating Mental Health" by CrushReel, a poignant narrative unfolds between Autumn Noel and her confidante Amanda Liguori as they delve into the depths of mental health struggles. Autumn bravely shares her journey of overcoming bullying, shedding light on the impact of online harassment and the resilience needed to navigate such challenges. This raw and authentic conversation not only resonates with those facing similar adversities but also highlights the importance of seeking support during vulnerable times. As the story unfolds in this ongoing romance series, the bond between Autumn and Amanda deepens, showcasing the power of friendship in confronting personal battles. Through their candid exchange, themes of courage, empathy, and self-discovery resonate strongly, adding layers of depth to this heartwarming narrative. The unique blend of vulnerability and strength portrayed by the characters sets this episode apart, offering a refreshing take on mental health awareness within the romance genre. What sets this episode apart is its genuine portrayal of complex emotions and its unwavering commitment to authenticity. Available to read at CrushReel, this compelling exploration of resilience and friendship serves as a beacon of hope for readers navigating their own struggles.
