Capítulo 18: Sé que siempre es un tema delicado, pero nunca le mentí. Nunca la engañé. Ella sabía que Emma siempre había tenido mi corazón, y si no fuera por el error de hace nueve años, ella habría sido la que se casara conmigo. «¿Qué quieres que te diga? Sabes que nunca te mentí. Siempre supiste que la quería a ella». Tira el paño de cocina con rabia. «Eso no te impidió usar mi cuerpo, ¿verdad? Dios, te odio. Para empezar, no sé qué vi en ti. No sé por qué malgasté tanto tiempo y energía en ti». Rechino los dientes ante sus palabras. Me enfurecen. Sí, nos acostamos juntos durante nuestro matrimonio, pero fue solo para rascarnos un poco. Hice votos y, a pesar de que no la amaba, no iba a romperlos engañándola. —No estoy aquí para hablar del pasado, estoy aquí para hablar de Noah —digo, cambiando de tema. Estaba agotándome dar vueltas y vueltas. Necesitaba decir lo que había venido a decir, y luego irme antes de decir o hacer algo de lo que me arrepintiera más tarde. El nombre de Noah llama su atención. Ella no responde. En cambio, abre uno de los armarios y saca un frasco de medicina. Lo destapa con una mano, se mete dos pastillas en la boca y se las traga. Al leer la etiqueta, me doy cuenta de que es un analgésico. «¿Cómo tienes el brazo?», le pregunto. «Has venido aquí para hablar, así que habla, Rowan… los dos sabemos que no te importo, así que deja de fingir que te preocupas», espeta ella. Aprieto la mano y casi grito: «¡Maldita sea, Ava!». «¿Qué? Solo digo la verdad. ¿Vas a hablar? Si no, puedes irte. Te enviaré un mensaje cuando Noah se despierte». Se levanta y se dispone a irse, pero le pongo la mano alrededor de la que no está herida. Inmediatamente me la arranca como si mi toque la quemara. «¡No me toques!», gruñe. Levanté la mano. ¡Maldita sea! ¿Así es como se va a comportar a partir de ahora? ¿Vamos a estar siempre peleándonos? Tenemos un hijo, por el amor de Dios. «Este comportamiento infantil es una de las razones por las que siempre preferí a Emma. Por eso me enamoré de ella», dije con voz ronca, perdiendo los estribos. Su rostro se torció. Sus ojos se volvieron más fríos de lo que jamás hubiera imaginado. —Di lo que viniste a decir y luego sal de mi puta casa. No toleraré que me insultes y me compares con Emma. Mi comportamiento no te incumbe. Estamos divorciados… así que si quieres sermonear a alguien sobre su comportamiento, ve a sermonear al amor de tu vida. No digo nada durante un rato. Nos miramos con odio, cada uno negándose a ceder. Parece que por fin ha desarrollado un carácter. —Mira, lo siento —concedo. Tiene toda la puta razón. No debería haber dicho eso. No debería haberla comparado con Emma. No deberíamos estar peleando. Afectaría a Noah, vernos peleando. Le haría daño, y no podía permitirlo. —Puedes coger esa estúpida disculpa tuya y metértela por el… In "CEO, Those Twins Look Just Like You" by CrushReel, a single mother's life takes an unexpected turn when she crosses paths with a charming playboy who unknowingly holds a billionaire secret. As their worlds collide, secrets unravel and hearts intertwine in this captivating romance novel set in a modern office backdrop. Amidst the challenges of raising twins solo, our protagonist finds herself drawn to the enigmatic playboy, unaware of the wealth and complexity hidden beneath his charismatic facade. The juxtaposition of their contrasting lives sets the stage for a tale of unexpected love, where opposites truly attract in ways neither could have imagined. This sweet romance novel delves into themes of family, identity, and the power of love to transcend social boundaries. With its blend of heartwarming moments and intriguing twists, "CEO, Those Twins Look Just Like You" stands out as a refreshing take on the billionaire CEO trope, offering readers a glimpse into a world where love knows no bounds. Experience the magic of this ongoing story at CrushReel and dive into a narrative that promises to captivate your heart and leave you eagerly awaiting what unfolds next. Read online at CrushReel for a journey that will keep you hooked till the very end.