---- Capítulo 5 Cuando se trataba de Beatriz, el alfa Tomás actuaba con la eficiencia que normalmente se reserva paralos consejos de guerra o ataques de lobos forasteros. Esa misma noche - sí, esa misma noche- actualizó su estado en Facebook. Ojalá estuviera bromeando. "Me siento bendecido" Conella. Y por si eso no bastara como pufialada al corazón, anadió una leyenda bajo una brillante foto del ultrasonido: - Orgulloso de anunciar que seré padre. Este es el inicio de una familia de verdad. Cuando los usuarios comenzaron a echar espuma por la boca, acusándolo de infidelidad y a Beatriz de ser una omega rompedora de hogares con un útero oportunista, el alfa Tomás activó su modo relaciones públicas. - Nuestro matrimonio fue meramente un acuerdo de negocios. - Publicó. - No hubo amor. El divorcio ya estaba en proceso. Y para rematar la estaca de plata en mi corazón aún sangrante, adjuntó una foto de nuestros papeles de ---- divorcio. Firmados. Presuntuoso. Pero vamos, el público no era tan ingenuo. Apenas un mes atrás, él y yo habíamos asistido juntos a una gala benéfica. Me tomó de la mano como si fuera sagrada. Me besó en la sien delante de todo el Alto Consejo de la Luna. Me susurró: "Eres mi para siempre, Graciela." Aparentemente, su definición de "para siempre" expiraba más rápido que la libertad condicional de un forastero. Aun así, el capital tenía sus garras. Al amanecer, cada comentario crítico había desaparecido en el abismo. Cuentas enteras fueron borradas. Influencers recibieron cartas de cese inmediato enviadas por el equipo legal de la Manada Fuego Solar. éY yo? La ex-luna descartada. Solo era un error en su historia perfecta. El día en que me dieron el alta del hospital, la Iluvia era implacable. Cortinas gruesas de agua caían del cielo, empapando la tierra como si la propia Diosa de la Luna ---- llorara por mí. Me ajusté el abrigo, ignorando a la enfermera que me sugirió esperar bajo el toldo. Comparado con el olor a desinfectante del hospital, podía sobrevivir un poco de mal tiempo. Pero justo cuando di el primer paso fuera, él apareció. El alfa Tomás emergió del aguacero, con un paraguas en mano, y ambos nos quedamos congelados. Ninguno esperaba ver al otro tan pronto. Su mirada vaciló, dudosa, casi culpable, pero entonces apareció Beatriz. -iViniste! - Exclamó, arrojándose a sus brazos con una sonrisa radiante. - Pensé que estabas saturado de trabajo. -Está Iloviendo. - Dijo él, atrayéndola hacia sí para protegerla de la tormenta. - Déjame llevarte al auto. Yo seguí allí, empapada, con mi loba caminando furiosa dentro de mí. Beatriz miró hacia atrás, por encima del hombro de Tomás, mientras se alejaban. Y sonrió. Una sonrisa lenta, venenosa. De victoria. ---- Luego articuló dos palabras, sin voz: - Perdedora. Maldita sea. Esas eran justo las palabras que había reservado yo... para ellos. Minutos después, mi teléfono vibró. Tomás: Espérame. Volveré por ti después de dejar a Beatriz. éSoy una mujer barata? Miré el mensaje, con los dedos temblando. No por tristeza. Por rabia. Una rabia pura, cruda. De loba. No esperé. En vez de eso, caminé bajo la Iluvia, con el cabello pegado a las mejillas, la pulsera del hospital aún colgando de mi mufieca, y levanté la mano para detener untaxi. -A dónde, sefiorita? - Preguntó el conductor, mirándome por el retrovisor. - Al aeropuerto. - Respondí. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!