---- Capítulo 11 Volví a ver a Tomás mucho tiempo después de que todo hubiese terminado. Ocurrió durante una gran y romántica confesión-una de esas que iluminan el cielo nocturno. Tres palabras centelleantes cruzaron el firmamento como si la misma Diosa de la Luna nos hiciera pareja: «Graciela, te amo». Parpadeé al leer el mensaje, con el corazón golpeando fuerte. La última chispa se apagó, y bajé la mirada hacia el hombre que tenía frente a mí. Alfa Lorenzo. Mi Lorenzo. Normalmente lleno de arrogancia y sonrisas pícaras, ahora se tironeaba del cuello de la camisa con nerviosismo, como un cachorro sorprendido colándose en una reunión de lobos de alto rango. - Bueno, fAlfa Lorenzo? - Bromeé, alzando una ceja. -iDilo! iDilo ya! -iNo te acobardes ahora, Lorenzo! -iEncendimos fuegos artificiales para esto! ---- Nuestros amigos gritaban desde un lado, e incluso algunos lobos se habían detenido a mirar. Teléfonos en alto. Sonrisas por doquier. Pero mi loba... se tensó. Apenas. Un cambio sutil en el viento trajo su aroma. Yahíestaba él. Tomás. Solo, bajo un farol, como salido de un recuerdo que aún dolía. Un afio lo habia transformado en un espectro. Ojeroso. La postura que antes imponía, ahora caída, como si el peso de sus decisiones finalmente se hubiera anclado en su espalda. Mi corazón no dio un vuelco. Mi loba no gimió. Y por eso supe que estaba bien. -Graciela. -La voz de Lorenzo me devolvió al momento, cruda y cargada de esperanza, -te amo. é Quieres ser mi novia? Miré el ridículo ramo en sus manos - 999 rosas. -Sí. - éDe verdad? áLo dices en serio? -Me rodeó conlos ---- brazos en un instante, girándome como en una comedia romántica de esas cursis. -iVoy a tratarte bien, no te arrepentirás! -iTe creo! - Grité entre risas, pataleando mientras él me daba vueltas como una hoja en plena tormenta. - j Ahora bájame antes de que vomite sobre tus zapatos! La multitud estalló en vítores. Pero incluso entre las risas, lo sentí: ese destello de un vínculo rompiéndose del todo. Miré por encima del hombro de Lorenzo, y allí estaba. Tomás. Dando un paso al frente. Sus ojos clavados en los mios. Y entonces-me vio sonreír. Sus pies se detuvieron. Su expresión se quebró. Pero hay despedidas que no necesitan palabras. No cuando el vínculo ya está roto. Tras un instante que pareció eterno, asintió levemente. Una rendición. Una despedida silenciosa. Yluego, se dio la vuelta y se marchó. -iBeso! jBeso! jBeso! -Comenzó a corear la multitud, liderada por mi mejor amiga, que ya estaba llorando ---- como si estuviera presenciando una ceremonia de apareamiento. Reí y tomé el rostro de Lorenzo entre mis manos. -iEstás listo para esto? - Susurré. - He estado listo desde que te burlaste de mi forma de aullar en el entrenamiento.- Respondió con una sonrisa. Ylo besé - ahí mismo, bajo las estrellas, mientras una docena de lobos y el doble de humanos aplaudían como si hubiéramos ganado los Juegos Lunares. A mis espaldas, el pasado se desvanecía en la noche. Un fantasma al que ya no perseguía. Frente a mí, el futuro me esperaba-brillante, firme, mio. Yesta vez, mi loba ronroneó. Estaba lista. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!