---- Capitulo 2 Abri la boca para hablar, pero la puerta se abrié de golpe y entré Carmen, llevando de la mano a un nifio pequefio de unos tres afios. -Alfa, como pediste, encontré un huérfano apropiado de la Manada del Risco Norte -anuncid. Carmen era una Omega recién integrada a la Manada de la Tormenta. Era hermosa, con una figura perfecta y una personalidad cautivadora. Durante las reuniones de la manada, siempre lograba captar la atencién de todos con sus historias. El nifio detrés de ella tenia cabello oscuro y ojos brillantes. Se veia saludable y fuerte: material perfecto para la futura manada. La expresion de Bruno cambio cuando vio a Carmen. La salud6 con un asentimiento frio antes de volverse hacia mi con ojos tiernos. -Lobita -dijo suavemente-, este es el cachorro del que te hablé. Como no podemos tener nuestros propios hijos ahora, busqué en las manadas vecinas un huérfano que pudiéramos adoptar Le hizo sefias al nifio. -Ven acd, pequefio. Saluda a tu nueva mama, El nifio se veia confundido. En lugar de acercarse a mi, abrazo fuertemente las piernas de Carmen. -Mami -gimote6, mirandola con los ojos de Bruno-, {por qué papa me pide que llame mamé a otra persona? El cuarto quedé en un silencio mortal. Bruno palidecié y carraspe6. -Esta... esta confundido. Lo he estado visitando en el orfanato por semanas. Empezé a decirme papa porque lo he estado cuidando, ---- -Los nifios se apegan facil -asintié Carmen répidamente también lo he estado cuidando. Las mentiras eran tan obvias que casi me daba risa. No aguantaba mas aquella actuacin. -Estoy cansada -dije con voz plana, dandoles la espalda-. Necesito descansar. Bruno asintid, con evidente alivio en sus ojos. -Por supuesto, amor. Necesitas recuperar fuerzas. Le hizo una sefia a uno de los miembros de la manada que hacia guardia afuera. -Lleva al nifio a las habitaciones de huéspedes. El guardia se llev6 al nifio confundido, pero Carmen se qued6, dando vueltas cerca de la puerta. Me acosté dandoles la espalda, fingiendo quedarme dormida. Detrds de mi, pude escuchar a Carmen acercéndose a Bruno. Su aroma, frutos silvestres y algo distintivamente felino, se hizo mas fuerte, -Ella no sospecha nada -susurré Carmen, con voz juguetona. -{Estas loca? -le respondié Bruno entre dientes-. Eso fue d imprudente. En qué pensabas cuando lo trajiste? =Reldjate -se burlé Carmen, y pude escuchar el susurro de su ropa mientras se acercaba a él-. Ella no tiene ni idea. Ademas, le eché hierbas para dormir en el agua. Va a quedarse dormida en cualquier momento. ---- Carmen rozaba deliberadamente su pierna contra la de Bruno en un gesto sutil e intimo. Bruno no la rechazo. Dejo que siguiera hasta que se volvid mas atrevida, entonces le agarré el muslo para detenerla. Pero Carmen no se desanimé. Se movié detras de Bruno y lo abraz6, acurrucdndose contra él como una loba satisfecha después de una caceria exitosa. Bruno instintivamente volte6 hacia donde yo estaba para confirmar que las hierbas para dormir hubieran hecho efecto. Al ver mis ojos cerrados y mi respiracién constante, inmediatamente se volvid més atrevido. Giré para presionar a Carmen contra la mesa cercana, le agarré la garganta con firmeza mientras sus labios se estrellaban contra los de ella. Se separé répidamente, con una mirada fria que le advertia que se comportara. Pero Carmen no mostré miedo. Se envolvié alrededor de él otra vez y lo empujé hacia mi cama, a solo centimetros de donde yo yacia. No se daban cuenta de que, aunque mi cuerpo no podia moverse, mi mente permanecia perfectamente alerta. Bruno cambid sus posiciones, inmovilizando a Carmen debajo de él. -(Te volviste loco? -grufié-. Te he advertido que te comportes cerca de Ambar. Ella es mi Unica Luna. Carmen sonrié seductoramente, exponiendo deliberadamente su cuello hacia é| a modo de invitacién, -{No quieres ver cémo se siente? -susurré-. Hacerlo conmigo aqui, en su cama. {Te excito mas que ella? ---- Bruno se rio friamente, con desdén. -No eres nada comparada con ella. Pero sus ojos se oscurecieron mientras se fijaban en la piel expuesta de Carmen, su cuerpo traicionando sus palabras. Carmen se presioné contra él -Has estado tan ocupado con ella estos dias. Tu hijo y yo te hemos echado de menos. Bruno finalmente perdié el control. Sus manos exploraron bruscamente el cuerpo de Carmen mientras separaba sus piernas. Los jadeos entrecortados de Carmen llenaron el cuarto. Mi corazén se desgarré violentamente y el dolor fue insoportable. El hombre que juré amarme solo a mi para siempre, ahora estaba con otra mujer en mi propia cama, creyendo que yo dormia a su lado.