Capítulo 4: ???? ???? ???? ???? ???? Ella no lo sabe, pero no debe estar sola. Menos sabiendo que el idiota de Ihlar puede parecer. Ella entra y es una mujer bella, pero noto que al verla la miran demasiado, casi parecen que jamás vieron a alguien así. “Hola queremos dos hamburguesas grandes y papas con cheddar y refresco grande “ “Agua para mí”, digo. “¿No te gustan las gaseosas?”, pregunta mirándome. “No me gusta nada que tenga azúcar, soy más de lo amargo”. Ella levanta sus cejas como captando esa información. Miro como ella ve los helados, pero no puede pasar por desapercibido como los hombres la miran. En eso ella se aleja y tomo el móvil. He notado que no deja de vibrar desde que bajamos. En eso tomo la llamada y salgo. “Padre, ya estamos lejos no…”. Sus gritos no me dejan seguir. “¡Te volviste loco, devuélveme la chica ya!” “No lo haré, le sacaré más que una empresa a ese hijo de p%ta”. “Sé lo que piensas Karim deja eso ya ahora con la empresa estaremos a mano”- Él me debía más que una simple novia, él me debía la vida de mi mejor amigo. El único amigo que tuve en mi vida cuando empecé en esto de ser cazador. Mi amigo Ari quiso que le enseñara cada cosa que iba aprendiendo, siempre dijo que cuidaría de mí y yo de él. Un día en un club, Ari quedó estúpido con una chica que resultó ser una de las chicas de la familia Hokis. Al saber de él, la usaron a ella para llegar a mí. Ese fue la primera vez que vi lo que era un corazón roto. Ella lo enamoró e hizo pensar a todos que traicionaría a su familia. Por el camino ya nos tenía a todos convenciendo lo llevó a una trampa en la cual debíamos morir los dos, pero el final fue para él. Ese día, de la mano de su amada, Ari murió casi al instante. Aún recuerdo los ojos llenos de tristeza y decepción al saber que ella jamás lo amo. Aún recuerdo la sangre que no dejaba de salir de su boca, allí me di cuenta de algo. Sus manos que fueron hechas para matar pero no para tocar la muerte. “Karim”, mi nombre suena y miro. Ella está parada en la puerta mirándome y esperando que vaya hacia ella cuando escuchó el ruido de una moto. Sé que viene a muy alta velocidad y miro hacia la carretera. Es allí cuando veo que es la misma moto que la vez pasada y corro hacia ella. El golpe y el frío de la bala choca contra mi piel y caigo sobre ella. En cuanto pueda reaccionar la miro. “¿¡Estás herida?!”, Ella se mira y me paro. Cuando lo hago ella me mira “Karim”, dice. Miro mi brazo, está sangrado. Tomo las bolsas y la subo a la camioneta. A ella igual, me subo y comienzo a conducir. “Vamos a un hospital, si mira cómo…”. “¡Cállate!”. Cierro mis ojos y conduzco. Si mi cuerpo está herido es por qué el que intentó matarla y fallo, pero ya es la segunda vez que la salvo y es casi imposible creer que es casualidad. Ya no veo a la moto y estoy cerca de la cabaña, pero no iré allí. “Quiero bajarme”, escucho que dice. “¡Mi%rda Luz ahora no!”, le igo. “Para o me tiró”, dice ella muy calmada y la miro. Sé que habla en serio. Paro la camioneta a un lado del bosque. Ella se baja y comienza a caminar hacia él. Miro para arriba. No sé qué pretenda, pero apenas hace unas horas estoy con ella y ya estoy hasta los huevos. Bajo y la sigo. “¡Luz!”, la llamo pero ella sigue. Cuando me acerco más a ella la tomó del brazo, la giro hacia mí. Ella me mira sus ojos llenos de lágrimas. No me deja saber que pasa y sin poder evitarlo sus labios se pegan a los míos. Sus manos me aprietan más a ella es como si fuera idiota, pero me dejó llevar y la beso. La sensación de sus labios juntos eran algo que los dos no podrían dejar pasar por alto, por más que para Luz esto era nuevo, ella ignoraba que para Karim también lo era. Las manos de ella suavemente subieron a la nueva de él haciendo que su piel se eriza por primera vez. Como un reflejo de choque eléctrico Karim se separa de ella con la más grande de las penas pero sin decir una palabra, la toma de la mano y la dirige de nuevo a la camioneta. “Esto es lo que me gusta de ti y sé que debería comprenderte mejor que nadie” Karim la detiene en seco, su caminar quedó truncado y su mirada perdida en algo que seguro llamó su atención en la carretera. “Karim debemos…” “Súbete a la camioneta y colócate el cinturón”. Ella lo mira ya enojada por la poca sensibilidad que él demuestra ante ese beso. “¡Súbete!”, le grita mientras él sube, ella igual. Sin que él lo note limpia una lágrima de verdad Luz no comprendía lo que para ella era amor seguro. El enciende la camioneta y comienza a marchar cada vez sube más la velocidad y sin que el silencio se instale por mucho tiempo él no deja que sus ojos se sigan llenando de lágrimas. “Esto es lo que debes saber, mi padre es muy ambicioso y tu familia sabes quienes son ¿Verdad?” Él espera que de verdad ella no los recuerde. Sería otra lucha, la cual no sabía si podría ganar. “Si, se quien son, yo recuerdo todo desde que salí de la universidad y comencé a trabajar en el refugio, pero de allí en mas todo es confuso. Lo más extraño es que no puedo recordar nada de ti”, dijo. La verdad era esa. No poder recordar algo lo cual jamás tuvo en su vida. “Seguro eso es normal, pero la automotora de tu padre le debe una deuda muy grande al mío y la verdad es algo en lo cual no dejaré que te metan”. Karim sabía que debía seguir fingiendo que la cuidaría siempre. Lo que él no quería admitir es que ese beso aun seguirá rondando en su cabeza. “¿Pero tu padre me quiere hacer daño, es eso?” preguntó. Karim cierra los ojos y sin que pudiera saber de dónde dispararon comienzan a impactar contra la camioneta. “¡Cúbrete, baja la cabeza!”, le grita Karim mientras toma su cabeza y la baja y conduce con la otra mano. La velocidad es el arma más peligrosa ahora mismo. “Toma el arma que está en la guantera y la que está en mi cintura”. “¿Yo?”, pregunta nerviosa mientras él intenta alejarse de las balas. “¡Vamos Luz!” Luz toma las armas y respira. Saca su cuerpo por la mitad de la ventanilla mientras Karim la toma de la ropa para que no caiga y comienza a disparar. Discover our latest featured short drama reel. Watch now and enjoy the story!