Capítulo 1: ???? ???? ???? ???? ???? «Señora, es la hora» me informa mi secretaria y miro el reloj de pared de mi despacho, ¡eh! Son casi las nueve de la noche. El tiempo corre más rápido cuando amas lo que haces. Le sonrío a Sarah «Puedes irte, yo cerraré cuando termine» le sonrío y ella me mira preocupada, conozco esa mirada. Hace casi cuatro años que me mira así. Sarah tiene unos cuarenta años, el pelo rubio, los ojos azules y una sonrisa amable que siempre se le dibuja en la cara, puede que ahora no, pero siempre está ahí. Le sonrío de nuevo: «Me iré en diez minutos, lo prometo». Suspiro y vuelvo a mi trabajo, es duro, trabajar para una empresa de informática también como director general, pero he trabajado duro para esta posición y vale la pena. Recojo en 10 minutos como prometí y cierro mi habitación. Camino por el pasillo hasta el ascensor y pulso 0 en el aparcamiento. Camino hasta mi Auston martini negro y conduzco hasta mi casa o NUESTRA casa suspiro y aparco en nuestra entrada, pero la encuentro vacía. No es una sorpresa que este sola en casa y se que ha sido así por cuatro años, pero aun duele, no lo hacía al principio pero ahora si. Cojo el bolso del coche, salgo, pulso con el índice el escáner y abro la puerta, ser el informático tiene sus ventajas, he instalado toda la tecnología punta en mi casa. Me pongo unos cómodos pantalones cortos de algodón y una de las camisas de Dimitri y me dirijo a la cocina para prepararme la cena. ¿Quién es Dimitri? Dimitri es mi marido, llevamos así casi cuatro años y medio, aunque no importa porque se va a acabar muy pronto. Miro mi bolso y le echo una larga mirada triste y anhelante, no quería que acabara así, pero así es como tiene que ser. Han pasado casi cinco años y se nos ha acabado el tiempo. Sacudo la cabeza para deshacerme de estos pensamientos y me concentro en preparar la cena. Sigo cortando, hirviendo y friendo las verduras y el pollo hasta que está a medio cocer. Ceno en silencio y meto la vajilla sucia en el lavavajillas, crujiéndome un poco la tortícolis vuelvo a mi dormitorio para dormir un poco, es la habitación más grande de la casa, con un cuarto de baño adjunto, un vestidor, un sofá doble, una mesita de café y una cama doble con bonitas mesitas auxiliares. Debería sentirme bien con todo este lujo, pero no es así, no importa cuánto cueste pero el dinero por sí solo nunca es suficiente, no me dolería tanto si fuera sólo yo pero estar casada y sola es algo triste y deprimente. Sé que no tengo derecho a quejarme ya que acepté esto, pero no importa cuántas veces me consuele, parece que no puedo deshacerme de estos sentimientos. Como era de esperar, el sueño no me ha venido tan fácilmente, por mucho que intente quedarme en blanco, no puedo. Miro el reloj de la mesilla y marca las 2:30 de la madrugada. Todavía no está en casa, debería estar aquí, ni siquiera está en otro país, lo intento constantemente, estaba en casa, pero todavía no está aquí. Esto siempre me hace pensar en la primera vez que hice esto, esperarlo quiero decir. Siempre se sentirá así. A veces me pregunto por qué acepto algo así, pero luego pienso en mi encantadora familia, sus caras sonrientes me hacen olvidar que vivo así. Pero vale la pena, el pacto con el diablo, vale la pena. pero ojalá me hubiera ceñido al contrato como él, no caer en su encanto, no pensar en su paradero, no esperarle en la mesa, no sentirme tan estúpida por sentirme así, a veces me maldigo por sentirme así, y lo que más odio de mí misma es haberme enamorado de él. Tal vez sea la Idea de él, o que no importa que tan grosero o malo sea conmigo compartimos la misma razón de nuestro matrimonio. Él lo hizo por su familia y yo por la mía, pero la diferencia es que yo dejé que mis emociones se involucraran y eso es algo que él no dejó que sucediera. Él se mantuvo fiel al contrato y yo me siento como una idiota por no hacer lo mismo ¡Pero aún me odio a mí misma por desear que SI SOLO ÉL ME AMARA TAMBIÉN! In "30 Years Gone" by CrushReels, a tale of love and deception unfolds when Keith, once embraced as the Steele family's adopted son, faces a tumultuous revelation with the unexpected return of their biological heir. As Keith navigates the intricate maze of betrayal and heartache, he finds himself at a crossroads, choosing to embark on a journey of self-discovery through a path paved with uncertainty and newfound truths. Exploring themes of identity, loyalty, and resilience, this modern romance delves deep into the complexities of family dynamics and the resilience of the human spirit in the face of adversity. With characters grappling with profound emotions and challenging decisions, readers are drawn into a narrative that deftly weaves together elements of love, loss, and redemption. What sets "30 Years Gone" apart is its poignant portrayal of relationships tested by fate and its exploration of the enduring power of love to transcend boundaries. As Keith's story unfolds against a backdrop of secrets and revelations, readers are invited to immerse themselves in a world where the bonds of family are both a source of strength and vulnerability. Experience the emotional depth and gripping storytelling of "30 Years Gone," a captivating tale that promises to resonate with readers who crave a blend of romance and intrigue. Available to read online at CrushReel, this ongoing saga invites you to discover a narrative that lingers long after the final page is turned.